Un día cualquiera, por una carretera secundaria cualquiera decido seguir la indicación de "poblado minero" y ahí aparecen esa veintena de edificios como surgidos de la nada que conforman el poblado minero de "El Arteal".
El de "El Arteal", es uno de los poblados que forma parte del legado de la actividad minera que perduró en la provincia de Almería hasta finales de los años 50, momento en el que se abandonó definitivamente la explotación subterránea de las minas.
Resulta apasionante recorrer sus calles y adentrarse en las casas que en otros tiempos estuvieron llenas de vida y que hoy luchan a duras penas contra el paso del tiempo.
No es difícil dejar volar la imaginación para pensar como se desarrollaría la vida de los mineros en esta pequeña ciudad.
En definitiva, un bonito, tranquilo y apartado lugar en el que perderse y pasear alejado del bullicio cotidiano.